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20 de mayo de 2021Telecomunicaciones en Ecuador: cinco tendencias para 2021
Cada año marca una nueva expectativa de hacia dónde nos llevarán las llamadas Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (NTIC), a partir de las cuales se pueden desentrañar las tendencias de las telecomunicaciones en Ecuador. De ahí que la feria de anuncios tecnológicos más importante del mundo (CES) se realice en la primera semana de enero, y las soluciones expuestas se conviertan en una mirada al futuro más cercano.
La versión de 2021 migró de su tradicional exhibición en Las Vegas a la virtualidad, lo cual ya refleja una tendencia de las innovaciones tecnológicas en el campo de las telecomunicaciones. Estas han permitido que este sector sea uno de los menos impactados tras la pandemia del coronavirus, según un análisis realizado por la firma Brand Finance.
A continuación, te presentamos las cinco principales tendencias de telecomunicaciones en Ecuador previstas por Compucima para este año:
- La expansión de las redes 5G
- La revolución del internet de las cosas (IoT)
- Expansión de la inteligencia artificial
- Integración de más soluciones en un mismo entorno
- Mayor interés en la ciberseguridad
La expansión de las redes 5G
Una de las tendencias de telecomunicaciones más comentadas en la última feria CES fue justamente el alcance de la quinta generación de redes móviles, conocida como 5G, que poco a poco incorporan los diferentes países de cada región, incluida América Latina.
Si bien en Ecuador se hicieron las primeras pruebas de esta tecnología a mediados de 2019, la coyuntura de la pandemia hizo que estas se aplazaran mientras se prepara la infraestructura y normativa correspondiente para su adopción.
Desde la entrada de la red 1G en que se basaban los primeros teléfonos móviles para realizar llamadas ha pasado mucho en poco tiempo. Rápidamente los celulares incorporaron la tecnología 2G que permitió el intercambio de mensajes cortos de textos. Pero el gran paso se dio con la conexión a internet a través de la 3G y de ahí la banda ancha de 4G que rige la transmisión de datos a altas velocidades de la actualidad.
Sin embargo, ¿cuál es la diferencia que marca la tecnología 5G? Una marcha mayor en la velocidad de navegación; en promedio, 20 gigabytes por segundo (Gbps), una conexión diez veces más rápida a las ofrecidas por las redes de fibra óptica en la actualidad. Así, es posible descargar una película de 1GB en menos de diez segundos.
A su vez, el número de dispositivos conectados con el mismo número de antenas se multiplica por 100. Esto hace más efectiva la cobertura en eventos masivos como conciertos o partidos de fútbol, lo que además genera una experiencia inmersiva del telespectador a partir de cámaras de 360° ubicados en los respectivos escenarios.
Pero no solo ello. La latencia, ese tiempo que demora en cargarse una página web o enviarse un correo electrónico, podría pasar de los más de 10 milisegundos actuales a solo uno. Aunque pueda ser una diferencia en principio imperceptible, esta disminución del tiempo de respuesta para que un dispositivo ejecute una orden puede ser decisiva al accionar un aparato de forma remota, tal como lo muestra el Internet de las Cosas (IoT).
La revolución del Internet de las Cosas (IoT)
Como parte de la llamada Cuarta Revolución Industrial, la red de interconexión digital entre dispositivos conocida como Internet de las Cosas (IoT) se ha convertido en uno de los principales motores de todo avance técnico a favor de la sociedad. Esta se ha convertido en una de las últimas tendencias de telecomunicaciones en Ecuador.
En el plano más inmediato esto se puede evidenciar en el monitoreo remoto y predictivo de máquina a máquina. Un ejemplo de ello son las cirugías guiadas a la distancia, de la mano de aparatos robóticos. Del mismo modo, el manejo de automóviles de manera autónoma.
Los alcances del IoT son múltiples al conectar el mundo real con el virtual a través de dispositivos inteligentes que producen una cantidad enorme de datos en tiempo real. La firma IDC prevé que en 2025 habrá cerca de 175 zettabytes de datos en el mundo, en buena parte almacenados en la nube y centros de datos.
Dentro de la industria de seguridad electrónica, dicha explosión de datos permite que soluciones de videovigilancia den un paso más allá del funcionamiento como herramienta de monitoreo. Y no solo como sistema de actualización de las características del producto.
Cada día tomarán mayor valor los servidores accesibles basados en la nube para almacenar y analizar los datos acumulados de forma sofisticada. La computación en la nube (Cloud Computing), lo que se traduce en conectividad a gran escala de Internet, brinda mayor flexibilidad a las organizaciones para administrar de manera segura los dispositivos y manejar gran cantidad de información para mejorar sus operaciones comerciales.
Inteligencia artificial a todo nivel
El hecho de que miles de millones de dispositivos se encuentren interconectados conduce a que los objetos se vuelvan inteligentes. El reconocimiento facial o de voz, entre otras funciones actuales de distintos dispositivos, es un ejemplo de ello. Pero es algo que cada vez tiene más incidencia en el mundo empresarial dentro de las telecomunicaciones en Ecuador.
El 80 % de las empresas en el mundo utiliza algún tipo de inteligencia artificial. La adopción del aprendizaje automático (machine learning) cada vez tiene más incidencia en los negocios para simplificar procesos, optimizarlos y analizar datos que les permitan a los administradores tomar mejores decisiones.
Por otro lado, la inteligencia artificial basada en bordes seguirá penetrando cada vez más la industria de soluciones de CCTV. De esta manera, el mercado de videovigilancia contará cada vez más con procesamiento de datos localmente en una cámara para enviarlos luego a un servidor.
Esta tecnología reduce la carga de transferencia y almacenamiento de datos, lo cual deriva en un ahorro significativo de tiempo, reducción de costos y mayor eficiencia.
Integración de soluciones en un mismo entorno
Las organizaciones de hoy en día buscan resolver sus necesidades de conectividad de forma integral. Para ello procuran la unificación de sus comunicaciones y la accesibilidad desde cualquier dispositivo a partir de un entorno intuitivo. Esto es posible gracias a la tecnología IP que integra en una misma red todas las comunicaciones de voz y datos, lo cual simplifica la infraestructura tradicional.
En el caso de la telefonía móvil, la tecnología Voice over Internet Protocol (VoIP) se consolidará para realizar llamadas de voz a partir de una conexión a internet de banda ancha en lugar de una línea telefónica analógica. De esta manera, los usuarios adquieren mayor libertad de movimiento al no depender de un puesto fijo.
Esto se evidencia aún más en estos tiempos de home office, una tendencia arraigada en medio de la pandemia del 2020 pero que viene expandiéndose hace años (según la firma Global Workplace Analytics, desde 2005 el número de personas en modalidad de teletrabajo ha crecido en un 115 %).
Así mismo, la fusión de fibra óptica es una realidad extendida a diferentes instalaciones para una transmisión de datos a una velocidad más alta, calidad mejorada y sin interferencias.
Finalmente, a partir de las redes IP será más frecuente encontrar soluciones de cámaras de seguridad y control de acceso integradas para resguardar todo tipo de instalación.
Mayor importancia de la ciberseguridad
El mismo aumento en el uso de los dispositivos móviles ha llevado los ha puesto en la mira permanente de los ciberdelincuentes. Pero aún más, la pandemia trajo consigo un incremento del 605 % de ciberamenazas durante el segundo trimestre del 2020 según un informe de McAfee. Esto se tradujo en una media de 419 amenazas por minuto.
Por su parte, según un estudio de Microsoft y Marsh, el 30 % de empresas de América Latina percibió un aumento en los ciberataques a partir de una mayor exposición derivada de las medidas de aislamiento por cuenta del Covid-19. Esto dado que el 70 % de las empresas ha permitido que sus empleados trabajen desde sus dispositivos personales.
Este mismo reporte destaca el phishing como la ciberamenaza más común en la región, donde se duplicó en 2020. Esta no es más que la suplantación de organizaciones reconocidas para robar información o instalar algún malware.
Uno de estos softwares maliciosos descubierto por la compañía Kaspersky durante ese año fue el llamado MonitorMinor, considerado peligroso por rastrear la actividad de dispositivos, servicios de mensajería y redes sociales.
Ante ello, las compañías fabricantes seguirán afianzando sus protocolos de ciberseguridad para eventualmente bloquear las comunicaciones que los terminales emiten y reciben, y con ello prevenir y blindar los dispositivos ante cualquier ataque. Este es uno de los temas que seguirán impactando las telecomunicaciones en Ecuador durante los próximos años.