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El reconocimiento facial hace rato dejó de ser un tema de películas de ciencia ficción, aunque estas nos permiten ilustrar su valor para la eficiencia empresarial en el mundo de hoy. En el filme Unknown (Sin Identidad en España) hay un héroe que pasa desapercibido: el jefe de seguridad del hotel donde se ejecuta un atentado con bomba.
Al confiar en la palabra de un desconocido que dice haberse hospedado allí tres meses atrás y colocar el artefacto explosivo en una de las habitaciones, pide a su equipo de guardias que revisen las grabaciones de las cámaras de entonces. A partir de estas verifica la versión del protagonista de esta producción, y acto seguido activa las alertas de evacuación antes de que ocurra la explosión.
Si dicha red de cámaras tuviera integrada la analítica de reconocimiento facial, se habría logrado la identificación eficaz del personaje días atrás en que éste señalará la farsa de un huésped con sus mismas credenciales. Así, la explosión se habría frustrado; si bien esto a su vez estropeara el desarrollo de esta cinta de acción de 2011.
Esa sin embargo habría sido una muestra en escena del uso de la tecnología al servicio de los activos de la organización. Desde entonces, en la realidad, al jefe del departamento de vigilancia de todo lugar se le pide cada vez dar un paso más allá de la seguridad y utilizar todos los medios a su cargo para generar una mayor eficiencia empresarial. Pero, ¿qué significa esto?
Reconocimiento facial: varias tareas, una sola herramienta
Las tareas de los jefes de seguridad de todo lugar se han multiplicado. Ya no es simplemente verificar que todo esté en orden, sino que todo esté dispuesto para un mayor bienestar del personal en operación, y a su vez un mejor servicio y atención al cliente que frecuenta el sitio en cuestión: sea un hotel, un banco o escenarios abiertos como una terminal terrestre o un estadio.
Todos ellos tienen un aspecto en común: el flujo constante y masivo de un número indeterminado de personas. No obstante, tú puedes determinar aquellos con características comunes que favorecen o enrarecen la dinámica del lugar para plantear acciones que aporten al bienestar de los presentes, y aún más al crecimiento de la organización.
La eficiencia empresarial se rige por optimizar los recursos al alcance para cumplir con los procesos organizacionales. Todo va de la mano: realizar diferentes tareas en menos tiempo con los mayores estándares de calidad que redunden en mejorar la productividad y competitividad de la compañía. Para ello, no obstante, se requiere invertir en la tecnología adecuada.
El estudio Adaptable Business de Oracle y la WHU-Otto Beisheim School of Management publicado en 2019, justo antes de la pandemia, señala que la eficiencia empresarial aumenta en dos tercios al implementar la tecnología adecuada. En este caso, el reconocimiento facial puede hacer la diferencia.
Esta tecnología recoge una serie de datos biométricos únicos de cada persona asociados a su rostro y expresión facial. Estos no solo sirven para validar el ingreso de personal y clientes, sino que pueden potenciar otras áreas de la empresa como el mismo departamento de recursos humanos, marketing y ventas.
Reconocimiento facial para la inteligencia de negocio
”Demasiadas organizaciones están implementando tecnología, pero no la están integrando adecuadamente en el negocio. Los trabajadores humanos todavía temen que sean ellos contra las máquinas, cuando, de hecho, el crecimiento organizacional provendrá del trabajo conjunto de ambos”, asegura Joachim Skura, director de Estrategia de HCM Applications de Oracle al referirse a la investigación realizada.
Esta encuestó a 850 directores de Recursos Humanos y 5.600 empleados acerca de las formas en que las organizaciones pueden adaptarse para obtener una ventaja competitiva en la era digital. ¿Has pensado cómo atajar a algunos visitantes indeseados y darles un trato preferencial a otros que son clientes VIP para una mayor eficiencia empresarial? Una solución de reconocimiento facial te acompaña en ese proceso.
Un personaje indeseado que como jefe de seguridad del negocio a cargo ya has detectado no necesariamente es un ladrón, pero sí un individuo o grupo de individuos que por su comportamiento frecuente generan cierta incomodidad no solo para los clientes en el lugar, sino para el mismo personal.
El reconocimiento facial aporta a la eficiencia empresarial desde un concepto que cada vez toma más fuerza: la inteligencia de negocios. Esta permite analizar comportamientos del consumidor para una atención óptima.
En el sector bancario, al contar con la información provista por los clientes, e identificar si quien ingresa es un usuario frecuente, potencial o nuevo, el equipo de ventas logra articularse mejor para ofrecer unos servicios o productos de una manera más personalizada y efectiva.
En sectores como el retail y bancario, por ejemplo, la información brindada puede tener alcances de nivel táctico como saber el tiempo de espera en una fila para poder atender una caja o comprobar la cantidad suficiente de cajeros. Todo es cuestión de darle un uso estratégico a los datos.
De esta manera, en momentos en que la reactivación de cada negocio obliga a un uso más que eficiente de sus recursos, el reconocimiento facial puede convertirse en ese aliado incondicional de presente y futuro para atajar todo desafío futuro.